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Adelina Lo Bue
/ Poemas
Dos mundos
Éramos dos mundos en el otro lado del mar
Por las noches
cuando el calor alegraba la hora
el valle renegrido se dormía en el recuerdo
de algunas luciérnagas
Éramos dos mundos en el otro lado del mar
En los pantanos
cuando la negritud de las aguas
escondía el sueño clamoroso de hipopótamos rosados
el aire hacía temblar los cráneos luminosos
Otras tardes frías de luz
el sol se retorcía hasta llegar más allá
donde la nieve olvida su escondite
jadeante por extenderse e iluminar
nuestros pasos
Ahora
las aguas del océano buscan nuestro espíritu
hay un quejido constante en su agua
y
todas las noches un barco nos llama
Éramos dos mundos en el otro lado del mar
(De Línea de fuego, Marymar, Buenos Aires, 1985)
Ladrón de invierno
En estas montañas donde es perversa la nieve
como una historia
que no admite ser contada
suena un surtidor
Una sombra de leopardo a media luz
echa tierra con su mano
para que cuando duermas
junto al ladrón de invierno
no te falten las hojas
para hacer el fuego
(De Línea de fuero, Marymar, Buenos Aires, 1985)
…..
Washington D.C.
Medito
no importan los días
Combino ciencia y arte
Una lapicera basta
Vienes como una fuerza magnética
al volumen de mí misma
Desde las galerías del Aire y del Espacio
te veo
tal vez te llamo
Y aquí en el Smithsonian
frente a los Enamorados de Picasso
se acerca tu amor
en planos de vejez que se despojan
Los Enamorados descienden
Nos dejan su lugar
La gente nos mira
(Del libro Mapas, Ediciones Culturales de Mendoza, Mendoza, 1995)
Cae un Dios
Yace un dios
Mármol en la arena modela su historia
Vino de la sombra de un secreto
No tiene nombre
Es pequeño
de cejas negras
Mira las luces de la ciudad
lanza el penúltimo relámpago
que traía ente sus manos
Contempla a los jóvenes de la noche
ya se apaga
la inmortalidad que poseía
Descendió para placeres diferentes
La variedad lo volvió más hermoso
Nació salvaje
Se dejó caer
Vino a decir:
después del ocaso quiero morir en tus ojos
(Del libro Mapas, Ediciones Culturales de Mendoza, Mendoza, 1995)
Siempre amanece en Luxenburgo
Voy por las rutas
El espejo
aleja barrios antiguos
Una mujer
marca la noche donde suceden las cosas
Se acerca
un bucle cae en su mejilla
querés un cigarrillo, dice
Caminamos
a su casa del nuevo castillo
Lee la historia de Juan el Ciego
y Le Monde Interactif
Sólo ama lo nuevo
Le dije
Con cuatro colores los antiguos realizaron la inmensidad
Y ella:
corren caballos en la desierta pradera
Mi mundo es todo Wi Fi
Aunque tengo un Fausto de Pompeya
y diseños de los miniaturistas góticos de Nothing Hill
y vivo en mi PC la pantalla soñada de Second Life
En mi escritorio los papeles se derraman, le respondo
mientras aplastamos las colillas en la ceniza
Hay libros abiertos sobre el diván
Ella dice:
Siempre amanece en Luxemburgo
Cuando desperté
apenas se notaban las espigas de la Catedral
Ya no era la misma
(De Señales rupestres, Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, Bs.As., 2009)
Flores silvestres
I
No apagues tus ojos
No los apagues
Este camino
No lo conozco
II
Temblorosa dama de la noche
perdida en la niebla húmeda del amanecer
buscando un puente
por donde atravesar el río
III
En invierno
las cabras salvajes descubren
brotes de ceibos
cubiertos de nieve
(De Señales rupestres, Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, Bs As, 2009)
…
Alejarse del mundo
En medio del desierto me alejo del mundo
Ha comenzado el año y no hay nubes
Es la luna que brilla
De noche
un león duerme
En su melena se enreda una víbora
La arena avanza hacia la línea del cielo
No hay agua
hay palmeras que engañan
y lagartijas que hunden
el suelo seco y quebrado de sol
No huelo hierbas aromáticas
ni veo capullos de primavera
Apenas unos escasos peregrinos
Hace tiempo que estoy en el desierto
Me demoro
No siento frío ni calor
Descubro el silencio
Ya no queman los rayos de la Cruz del Sur
Hay luz
amanezco cubierta de rocío
Duermo
y todo vuelve a florecer
(Inédito)

Adelina Lo Bue
Adelina Lo Bue (1963, Mendoza). Egresada de la FCM, Universidad Nacional de Cuyo. Publicó: Línea de Fuego (Editorial Marymar, Buenos Aires, 1985), Mapas (Ediciones Culturales de Mendoza, 1995), Poema del Universo (Ediciones Cuadernos del Cuyum, Mendoza, 1999), Elegías (Ediciones Cuadernos del Cuyum, Mendoza, 1999) y Señales Rupestres (Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 2009).
Participa en la Antología Oral -poetas mendocinos- que publicó la St Thomas University, Frédéricton de Canadá, y de la Antología Oral de la Poesía Argentina, Centro Cultural General San Martín de Buenos Aires. Co-Fundadora del Grupo Poético “Octacordio”, de la revista literaria de crítica y creación “Aleph” y del Grupo Literario “Aconcagua”. Recibió premios de la Subsecretaría de Cultura de Mendoza y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Bienio 1992/1993) por su libro Poema del Universo. Ha sido traducida al francés por Chantal Enright y Elina Cohen y publicada en Voix d’Argentine-Cahier Bleus-París (eté 2006). Su poesía fue objeto de estudio en “Dos poetas mendocinas en los días de la postmodernidad: claves y abordajes para la lectura de sus textos”. Tesis de Maestría en Arte Latinoamericano, de la Mg. Diana Starkman, Mendoza, 2004/2005.